Mi primer año como mamá

Las primeras semanas son las mas difíciles, a final de cuentas estas conociendo a una persona  desde cero y te estas conociendo a ti en este nuevo papel, en este punto te bombardean por todos lados con opiniones y  consejos que están llenos de las mejores intenciones, sin embargo en mi experiencia personal me ayudo mucho escuchar toda esta información y tomar solo lo que me era funcional y compatible para nuestra familia.

Conforme pasan los meses vas ganando experiencia y a la par que vas conociendo a tu bebé vas retomando tu ritmo de vida, claro, no es el mismo de antes pero te acomodas a tu nueva etapa.

 Algo que me pasó mucho en este año fue que cuando pensaba que ya había conseguido la mejor rutina para mi bebe esta me dejaba de funcionar  ya sea para dormir, comer o en general y por lo tanto  había que buscar y probar nuevas formas;  en fin cada hito de crecimiento en este primer año marca cambios importantes, cuando ya por fin tienes la lactancia dominada y llevas ya unos buenos meses en esto empieza la alimentación complementaria, con esta tu bebé conoce nuevos sabores, nuevas texturas y quizá al mismo tiempo le da una crisis de crecimiento y decide o rechazar el pecho por la novedad de los nuevos alimentos o simplemente no muestra interés por lo nuevo y quiere estar todo el día pegado como cuando era un recién nacido.

 La emoción que te atrapa cuando tu bebé empieza a gatear y lo ves hacer miles de intentos te llenan de felicidad y te emocionas por sus avances e inevitablemente empiezan las comparaciones con bebés de amigas, familiares y conocidos  lo cual es un gran enemigo, en estos momentos tenemos que entender que cada bebé es único y tiene su propio desarrollo, unos antes y otros después pero todo es a su tiempo, gatear, pararse, caminar, etcétera, pero a veces para nosotras es difícil pasar por alto los avances de los demás y no preocuparnos de que el nuestro no va a la par,  sólo con el tiempo entiendes que todo va a pasar, puedes prepararlo y trabajarlo pero ni lo fuerces ni lo compares recuerda que todo  va llegar en el momento correcto, ni antes ni después;

 Antes de ser mamá veía actuar a otras hoy colegas y pensaba que yo no lo haría así, o que por ningún motivo permitiría determinada situación, entre otras cosas; pero cuando a la luz del tiempo me convertí en  mamá  he llegado a comprender muchas cosas que antes no y ahora entiendo que al final todas tratamos de dar lo mejor y de convertirnos en  la mejor versión de mamá para nuestros hijos, que todo lo que hacemos es motivado por el amor, y también es muy  probable que nos equivocaremos, y que a veces perderemos la paciencia  y tendremos que respirar dos o hasta tres veces para seguir, que estaremos mas agotadas que nunca al caer la noche y que en ocasiones nos sentiremos frustradas y desesperadas, quizá nos perderemos alguna reunión, alguna fiesta o dejaremos de ir a muchos compromisos a los que antes no faltábamos, pero todo esto vale la pena vivirlo para ganarnos el placer de ver crecer a nuestros bebés.